En el libro V del Liber Sancti Jacobi (Codex Calistinus), compilación hecha en el siglo XII por el Papa Calixto II de diferentes textos relacionados con el Apostol Santiago y la peregrinación a su sepulcro en Compostela, en lo que se trata de una verdadera guía de peregrinos, sobre todo orientada a peregrinos franceses o que provienen de territorio francés, se señala el puerto de Somport como paso de los Pirineos, que probablemente pertenecería a una vía romana de carácter secundario respecto a la que, uniría Zaragoza con Veran.
También en el mismo libro se determina un itinerario a seguir por los peregrinos en territorio aragonés hasta adentrarse en territorio navarro, delimitado tan sólo por las principales localidades por las que pasa.
A partir de la declaración del Camino de Santiago (Camino Francés) como Conjunto Histórico-Artístico y la posterior creación del Consejo Jacobeo y Comisiones de él dependientes, la Comunidad Autónoma de Aragón realiza estudios para definir y delimitar la ruta histórica correspondiente al tramo aragonés del Camino de Santiago.
Una vez delimitada definitivamente la ruta histórica del tramo aragonés del Camino de Santiago, y mediante un Convenio de Colaboración entre el Ministerio de Fomento y el Gobierno de Aragón se procede a la redacción de un proyecto de restauración y recuperación del Camino.
Se consideró el Camino como un yacimiento arqueológico de carácter lineal, lo que obligó a la presencia permanente de arqueólogos en la realización de prospecciones en toda su longitud, y excavaciones en los lugares que por su importancia lo requería.