Este artículo toma como base la experiencia acumulada en el estudio y desarrollo de diversos instrumentos de planificación del territorio litoral del espacio Atlántico con especial atención a los trabajos llevados a cabo para la redacción del Plan de Ordenación del litoral de Galicia. Galicia es la última de las regiones del Espacio Atlántico en incorporarse a la planificación integral del territorio litoral tras la aprobación en febrero de 2011 del Plan de Ordenación del Litoral de Galicia (POL). El POL es un instrumento de planificación integral del litoral, recogido en la ley 10/1995, de 23 de noviembre, de ordenación del territorio de Galicia cuyo objetivo es establecer los criterios, principios y normas generales para la ordenación urbanística de la zona litoral basada en criterios de perdurabilidad y sostenibilidad, así como la normativa necesaria para garantizar la conservación, protección y puesta en valor de las zonas costeras.
Con este punto de partida el documento realizado representa una apuesta por un nuevo modelo de planificación desde una aproximación sistémica y una lógica relacional. Así, no sólo se han delimitado una serie de elementos con su correspondiente regulación, sino que ha procurado desvelar las dinámicas y procesos de la coevolución socioecológica del territorio en base a profundos análisis que han dado como resultado una cartografía exhaustiva. El modelo del POL se articula a través de distintos elementos que se superponen y complementan, para poder recoger las particularidades de cada ámbito, estableciendo una "gestión dinámica" del territorio. En él, el paisaje se integra como herramienta de aproximación multiescalar, de tal forma que la "información" se convierte en "formación" y, por lo tanto, en un elemento de reflexión y motivación para la planificación territorial, posibilitando la toma de decisiones desde una perspectiva dinámica y participativa.
Uno de los rasgos distintivos de este Plan es el uso intensivo de los sistemas de información geográfica, facilitando el diálogo entre el trabajo de campo y la cartografía y propiciando una nueva forma de cartografiar el territorio apoyándose en la multidimensionalidad del paisaje como herramienta de interpretación. Y, finalmente, la apuesta por la transparencia informativa, el compromiso y el diálogo entre todos los agentes involucrados, tanto desde la esfera política y administrativa, como desde la ciudadana.
› Ver artículo completo