“… no está en el fin del mundo, él mismo es el fin del mundo, la última sonrisa del caos del hombre asomándose al infinito”.
Camilo José Cela
Un lugar, un lugar excepcional, único, suma de múltiples lugares menores. Un superobjeto espacial en el que tienen cabida múltiples objetos y lugares de menor entidad, bien definidos y autónomos, ligados entre sí por espacios de diversa configuración y funcionalidad pero complementarios, construyendo y configurando entre todos: El Cabo de Fisterra. Un espacio de libertad, privilegiado y ejemplar, que confronta maneras de ser, de vivir, de sentir,…únicos, al que hemos dedicado nuestro trabajo y del que nos hemos sentido satisfechos y orgullosos.
Y es que a lo largo del mismo, además de la satisfacción de profundizar en el campo específico del conocimiento que a cada miembro del equipo nos gusta, hemos disfrutado de visiones y sensaciones diversas, ricas, profundas y nuevas. Hemos disfrutado la sorprendente sensación de haber descubierto una tierra de promisión, como podía ocurrirle a cualquier explorador aventurero. Hemos realizado un trabajo complejo, delicado, apasionante, llevado a cabo en un escenario inolvidable, lleno de sorpresas y satisfacciones, que difícilmente podremos olvidar y que forma parte, ya, del imaginario particular de cada uno de nosotros y del colectivo del Equipo que estamos trabajando y disfrutando a la vez en este Plan Director del Cabo Fisterra.
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